lunes, 31 de enero de 2011

Azuzena, 6 años sin la voz del metal


Nacida en el seno de una familia de artistas del flamenco. Desde muy pequeña hacía apariciones ocasionales en las actuaciones de sus padres con gran éxito entre el público que la veía. Desde los seis años destacaba por su potente voz que fue haciéndose rasgada con la edad.

Durante la adolescencia, y dado que la canción era lo que realmente le gustaba, dejó los estudios para dedicarse enteramente a ella. Empezó con el Rhythm & Blues como principal estilo pero con el tiempo fue evolucionando hacia el rock and roll, acabando siendo la principal exponente femenino del heavy metal de los años 80.

Utilizó como nombre artístico, su nombre de pila cambiando la "c" por la "z", dejándolo en Azuzena. En el mundo del rock se la conoció por Azuzena Dorado a pesar de su disgusto por ese apellido. En esa etapa de esplendor del rock patrio militó entre otras en la banda Santa, grupo que acabó siendo un histórico del metal nacional. En el 86 y tras diferencias con Jerónimo Ramiro, el guitarra de la banda pero que quería ser el líder a toda costa, se lanza en solitario, siendo apoyada por varios grupos de acompañamiento como Esfinge o Cráneo y de músicos de Labanda y Raza.

Los problemas económicos y con la discográfica le llevaron a intentar suavizar su estilo para hacerlo más comercial para lo que hizo uso de composiciones de Manolo Tena, Juan Pardo y otros, lo que significó un giro de estilo que no prosperó y le granjeó la incomprensión del público heavy que ella adoraba.

En el 89 edita con sus propios recursos "Liberación" en el que regresa al rock duro pero este disco no obtuvo demasiado éxito sobre todo por la distribución que tuvo que hacerse prácticamente ella misma.

Agotados sus recursos económicos y en cierto sentido anímicos pasó a dedicarse a la hostelería montando un bar en la extinta playa del Cocó de Alicante donde se retiró de la vida pública.

El 31 de enero de 2005 y tras una larga enfermedad apareció muerta en su domicilio de Madrid por edema pulmonar agudo.
DESCANSE EN PAZ.

Jose Oro

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